En el principio de la 5° era, cuando todavía no había nada, ni tiempo, en el mundo se encontraba sumergido en la más absoluta oscuridad. Entonces los dioses se reunieron en TEotihuacan, "El dios precioso, adornado y pretencioso" y Nanahuatzin, "El dios buboso y sarnoso", fueron los elegidos. Ambos se situaron junto a Teotecalli, fuego que ardió cuatro noches, y a la orden de los demás dioses, se arrojaron al fuego.
De repente todo se tornó rojizo y en ese momento surgió Nanahuatzin. Era tan resplandeciente que nadie lo podía mirar, después; justo en el mismo lugar apareció Tecuciztécatl, y los dioses notaron que no estaba bien que existieran dos soles.
Entonces, Quetzalcoatl golpeo con un conejo a Tecuciztecatl, asi le suprimió el resplandor y creo la luna. Luego de un rato, los dioses notaron que el sol y la luna permanecen inmóviles, y decidieron darles movimiento.
"Sacrifiquemos y hagamos que resuciten con movimiento por nuestras muertes", dijeron los dioses y todos aceptaron, menos uno. Xólotl, gemelo de Quetzalcoátl, se negó a sacrificarse, por lo que decidió huir haciendo gala de su capacidad para transformarse. Se escondió entre un maizal y tomo la forma de un maíz doble que los campesinos lo llamaban "Xolotl", pero fue descubierto.
Huyo nuevamente para esconderse en un magueyal y se convirtió en un maguey doble llamado "Mexólotl", y de nuevo fue descubierto.
Finalmente escapo al agua, donde tomo la forma de un ajolote, que fue el ultimo ser en el que pudo transformarse antes de morir. El ajolote es un animal muy especial, pues su enorme capacidad regenerativa, es un fenómeno que sigue intrigando a los científicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario